domingo, 8 de mayo de 2011

La Metamorfosis. Por Charly. ¡El desenlace!

El reencuentro


7 años!.... es mucho tiempo no?....


Yo ya tenia 25. Vivía solo.


Un día suena el teléfono. Atiendo. Y quien era?!....


Ella! Era ella! El piso se sacudió un poquito debajo de mis pies; y yo me aferré al teléfono como si fuera el último tramo de cuerda antes del precipicio...


Me preguntó como andaba, tanto tiempo, que se había enterado por una amiga que yo vivía solo... que bueno seria volver a verte... bla bla bla


Uahu, comencé a flashar...


Imagínense, yo le dije que seria fantástico, que porque no se venia a mi casa y almorzábamos y recordábamos viejos tiempos.


Me dijo que SI. Un rotundo y alucinante SI. Un SI cargado de música y esperanzas.


Era feriado y me dijo: voy para allá.


Para que seguir detallando mi locura de ese momento... inolvidable... vinieron a mi mente nuevamente todas sus imágenes: su cuerpo vestido y desnudo (obviamente según mi imaginación)


Mi raciocinio comenzó a moverse: bueno, si me llamó es porque quiere algo, me extraña, no para... eras como su hermano y aparte.... un detalle fundamental: ella era una mojigata que tenía un candado en sus compuertas al placer... no era una partidaria del sexo libre! Para nada!


Y entonces? Basta! Preparate para lo que sea.


Me bañe, me perfumé... me empilche... y me senté a esperar...estaba muy nervioso! Verla de nuevo!


En eso sonó el portero eléctrico...


Mi interior estalló en mil pedazos! Tranquilo flaco tranquilo... respirar hondo... relajar....


Quién es?.... soy yo...


Soy yo... otro golpe en el estómago. Presioné el botón que abre la puerta de entrada al edificio.


Yo vivía en un departamento en el séptimo piso, a unos tres metros del ascensor. Ese tiempo hasta que el ascensor se tomó para arribar al séptimo piso con su preciada carga adentro... fue interminable!


No pensaba abrir la puerta. Tenia que esperar a que ella llamara a la misma...sino parecería un desesperado!


Sentí que el ascensor llegaba. Sentí el abrir y cerrar de la puerta del ascensor. Y comencé a sentir el avanzar de sus pasos hacia mi departamento... pero...


Algo extraño comenzó a ocurrir... ah señores! Aquí la historia toma un rumbo muy desafortunado! 


Los pasos que se aproximaban a mi puerta sonaban muy pesados... muy densos... me dije: será otra persona, parecen los pasos de un tipo! Y grandote!


Pero en eso, llaman a mi puerta... flaco, llegó el momento. Me repasé un poquito ante el espejo y me dirigí hacia mi destino.
Abrí la puerta sin preguntar quien era y... efectivamente... era ella... pero...


No podia salir de mi asombro... frente mío estaba parada ella con una gran sonrisa dibujada en su rostro, pero tan cambiada...


Por donde empezar... recuerdan que era alta; bueno, seguía siendo alta pero con el agregado que se había ensanchado como medio metro hacia los costados!


Su rostro era una perfecta esfera de considerable diámetro! Su hermoso pelo largo, ahora era corto y pajoso!!


Sus brazos... eran los de un jugador de rugby (pero de los gordos esos que hacen de pilar eh...)


Creo que tenía una blusa oscura y una amplia pollera (ropaje de obesa), pero ya no recuerdo claramente, ya que estaba asombrado ante este ser dantesco y gigantesco que se encontraba ante mí!

Yo no podía salir de mi estupor. No podía concebir lo que mis ojos veían. Ella me dijo: eh! Hola! Puedo pasar?!


Sí, sí, adelante.


Pedimos empanadas y hablamos de tiempos pasados... yo no podía abandonar el estado de shock en el cual me hallaba ante la metamorfosis del “bombón” en “paquidermo”... mis instintos sexuales se debatían en mi interior y no se decidían acerca de lo que querían.


Luego de una hora de mucho hablar, se hizo el silencio... ella me miraba a los ojos, y yo la evitaba... miraba hacia el techo... hacia las paredes...


Repentinamente, ella dijo:


-Vamos a ver la tele!


A ver la tele?! Esta no vio que la tele no esta acá? La tele está en la habitación... me parecía muy raro que, con lo mojigata que era (como antes mencioné), me propusiera algo tan “descabellado”!.


-Pero la Tele... esta en el dormitorio...
- Y? !Vamos dale! 


Ah bueno...


Allá fuimos.
Muy decidida ella se arrojó en mi cama, la cual era muy elástica - en aquel entonces yo tenia uno de esos “somier” que tienen una base sin patas - la cual ante el peso de mi amiga emitió algunos crujidos de dolor. Yo me recosté a su lado.


Prendí la TV.


Me sentía extraño, nervioso, confundido... no sabia que hacer con esta situación... y me dije: ya está, a mirar la tele y se terminó!


Pero, sin previo aviso ni auspicio... el paquidermo se levantó de un salto con una agilidad propia de un mono tití (nada mas que este más que mono era king kong), y desde su gran altura me miró por un instante... contemplativa... inquisidora...desafiante...


Una mirada extraña... se dirigió al ventanal de la habitación (muy pequeña por cierto. El ventanal daba a un pequeño balcón estilo francés), y en una milésima de segundo oscureció el habitáculo bajando la persiana hasta el tope inferior. Quedamos iluminados solo por la luz difusa y colorida de la TV.


Yo ... yo estaba duro!!! no respondía... no sabia que decir!


El paquidermo apoyó sus manazas en su cintura, dejando sus enormes brazos en ángulo y muy decidida me dijo clavándome una mirada psicótica:


- Bueno, mirá esto debe quedar entre nosotros. Ok?
- ... Ok 


Esa fue mi acotada respuesta.


Y aquí se desató el vendaval...


Sus ropas se despegaron de su cuerpo con una facilidad que en ese cuerpo tan tosco y enorme daba un espectáculo grotesco. Cuando quedó totalmente desnuda, el Paquidermus hipopotamus se mostró en todos su esplendor: sus pesadas, abundantes y expandidas carnes colgaban desde sus piernas, brazos, cuello... como achuras expuestas en una cruz de un asador!! El espectáculo, iluminado por las luces intermitentes y variadas de la TV en la oscuridad de esa habitación, parecía sacado de una escena del Exorcista.


La cosa es que yo seguía acostado en línea recta, vestido y azorado ante lo que ocurría... mis sentidos y mi entendimiento no daban crédito a lo que ocurría!!


Me solicitó, de una manera muy imperativa, que me quitara mis ropas. A lo cual yo respondí con movimientos aletargados y poco agraciados. Ella desesperó y comenzó a ayudarme.


Cuadro siguiente: no encontramos desnudos uno junto al otro extendidos a los largo y ancho de mis aposentos. El lugar que ella ocupaba se hundía por su considerable peso, provocando que mi leve ser se deslizara hacia ella.


Pero... ahí mi fiel compañero de siempre... nunca ausente... siempre dispuesto... apareció en escena. Mi erecto pene se levantó, y su rosada cabeza, expuesta a la atmósfera de los seres vivos, se quitó su pasamontaña y con su único ojo me miró y me dijo:


- Hermano, basta de boludeces. Llegó el momento tan esperado. Adelante valiente! Arremetamos! A conquistar nuevas fronteras!


Sí tal cual, le dije.


Ahí nomás me arrojé sobre el enorme cuerpo carnoso de mi compañera y comencé a besarlo: sus piernas, su sexo, su abdomen, sus pechos! Ja, no estaba tan mal después de todo! Mi fiel compañero y yo compartíamos una emoción desenfrenada, gustosa, poética!


Hasta que llegué a su boca e intenté besarla...


- Noooo!!!!


Exclamó de un solo y contundente grito. Me quedé duró y contemplándola con mi cuerpo reposado sobre su enorme plataforma de carne.


- No! La boca no! Besos nooo!!


Mi dios, que esto!! Me dije. Pero que pasa!?


- solo sexo, la boca no.
Y ese grito esquizofrénico me volvió a mi anterior estado de nervios. Pero nuevamente mi fiel compañero me apoyó en este difícil transe diciendo:


- Que se joda! Si no quiere besos no hay besos! Vamos amigo! Directo al grano!


Sí, sí eso, al grano


Abrí sus piernas... tome envión y... mandé al compañero hacia ese nuevo e inexplorado territorio...


O por lo menos eso intenté... cuando el compañero empujó, ahora sí ayudado por mí, la enorme mujer emitió un terrible grito de dolor! 


AAAAHHHHHHH!!!!!


Que exageración!! Pero que carajo pasa!! Pensé
No importa! Vamos de nuevo y allá fuimos...


Dos, tres veces... todas acompañadas de horripilantes gritos desgarradores...


No... pensé.. esto es mucho para mí...basta


Salí de encima de ella y me arroje a su lado boca arriba...


Pero ella, muy decidida arremetió contra mi cuerpo montándose sobre mí! Tomó al compañero con su abusadora y enorme manota y lo introdujo a la fuerza en su interior! Acompañaba sus acciones con extraños gemidos guturales, muy lejanos a los musicales sonidos del placer...


Y comenzó a sacudirse encima mío de una forma bestial... era tan enorme... ese cuerpo giganteso sacudiéndose encima mío, inmisericordioso, violador, aberrante, prepotente....


Y el compañero... el que más sufría este atropello, me abandonó: - lo siento amigo, pero esto no es lo que yo llamo un momento lujurioso y apasionante. Esto es... nada, chau...


La erección desapareció... desapareció!!


Pero el enorme ser que me atacaba, no se había percatado y seguía saltando sobre mi endeble cuerpo como si fuera una cama elástica gritando incivilizadamente, como un indio triunfante al apoderarse de la cabellera del hombre blanco!!!


Aaaahhhh
Aaaahhhh
Aaaahhhh


Mi gesto de horror y desesperación debió ser único. 
En un momento, dije basta! Basta! Esto debe terminar! Concentré todas mis fuerzas en mis brazos y manos y aferrándola de la cintura la arrojé a un costado!


Había que terminar con ese suplicio....


Confundido.... sin saber que decir... herido en mi orgullo de macho erecto... ni la miré y le dije: - me voy a duchar...


Ella no respondió. El baño era el ocaso, la tierra prometida, el lugar donde alejarme de aquella criatura extraña y malévola.


Me duché durante unos quince minutos aproximadamente. Permití al agua deslizarse por todos los recovecos y superficies de mi cuerpo. Aahh... el agua me tranquilizaba... trataba de pensar qué había ocurrido en aquella habitación donde tuve la posibilidad de conectarme carnalmente con esa hembra perseguida por mi durante tanto tiempo. Pero no llegue a ninguna conclusión. Todo se había derrumbado... todo estaba perdido...


Que se vaya! Se tiene que ir ahora mismo!


Salí de la ducha, me sequé, me tapé con el toallón, tome coraje y decidí salir del baño para ver que ocurría afuera.


Muy despacio me fui asomando hacia la habitación, teniendo la esperanza de no encontrarla mas allí. Teniendo la esperanza que se hubiera vestido y marchado... 


Pero no... la muy descarada allí estaba... arrojada en pleno sobre mis aposentos. Seguía totalmente desnuda. Su enorme culo desnudo me miraba y se reía a carcajadas. Sus piernas en ángulo de 90 grados dejando las plantas de sus pies en dirección al techo. Las manos en su rostro. Su rostro, a través de sus ojos, atento a la TV.


- Mmm... ejem.... eh… flaca… vienen unos amigos ahora en un ratito. Si no te molesta... disculpame... viste como es esto de los amigos...  


- Si como no ...


Se vistió y se marchó.


Cuando se cerró la puerta de mi departamento y ella se había marchado, me senté en mi sillón y prendí un cigarrillo...


Pité, exhalé, volví a pitar y volví a exhalar... pensé... de pronto me reí... me reí más... y más...


Que rápido pueden esfumarse todas las ilusiones que nos hacemos acerca de las cosas no?!


La puta...


Leyeron la Metamorfosis de Kafka?

viernes, 6 de mayo de 2011

La Metamorfosis. Por Charly

La previa

Cuando yo era un adolescente de 18 años, romántico y enamoradizo, conocí a una mujer que me flechó. Tenia mi misma edad.

Era un bombón: alta (1.75), flaquita, buenas tetas, buen culo, ojos grandes y oscuros, pelo lacio y negro por debajo de los hombros y muy divertida.

En cuanto a la inteligencia... bue... hasta por ahí no más vió... no se van a imaginar gran cosa...

Pero bueno, la cosa es que estaba muy fuerte. Yo la empecé a ver seguido, y me entré a calentar cada vez más...

Yo no soy lo que se puede llamar un sex simbol... hacía lo que podía... iba al gimnasio, tomaba sol... que se yo...todas esas boludeces superficiales que uno hace para gustarle superficialmente a una mujer.

Pero... nada logré desde los superficial, y le entré por la clásica:

La Amistad. Ja... 

Parecía que todo marchaba... ella pegó buena onda conmigo, comenzamos a salir de noche, a cenar, ir al cine...

Hasta que dije: papi, metele porque te me vas de mambo con la historia de la amistad, y después viste como termina esto! Terminas todos los días tocándote en la apabullante soledad del ser, imaginando en tu siniestro interior intuitivo como serán las tetas y el culo de esa mujer tan ambicionada.

Entonces, tire el zarpazo. Una noche después de cenar, paseamos por la reserva ecológica... y en un momento muy oportuno de cercanía, le arroje un cabezazo! (un beso quiero decir).

Que cagada hermano!... me echó fleé! Ahí no mas entró con la historia de la decepción, que ella me veía como un gran amigo (casi hermano!), que ahora no sabia como manejar la situación.... que qué iba a pasar...

Bue... ahí el tipo entró con todo el argumento de la superación: bueno che, no es para tanto, fue un error, me pase de mambo, hoy tome unas copitas de mas, sos una mina tan joya... no te quiero perder...

Y acá vino el error fatal. Le dije:....quiero seguir siendo tu amigo por siempre....

Error!! Ahí la embarré toda hermano! Tanto laburo arrojado por la borda.

Resumiendo lo que vino después, nos seguimos viendo un tiempo, yo me había convertido en un real hermano para ella, hasta que me repudri del asunto y la mandé a la mierda.

Por siete años no volví a verla ni a saber nada de ella....


¡En la próxima publicación de Fatale el desenlace!

domingo, 1 de mayo de 2011

Ella

Un viaje a la locura. Un sin pensar fugaz. Un impulso poderoso nacido desde lo mas intimo, y manifestado en feroz exteriorización. Exteriorización materializada en el cuerpo radiante de energía; cuerpo poseído por la libido en su punto álgido.
La existencia propia a partir de la existencia del otro es la razón de ser de la libido. Su existencia se materializa a partir de su deseo puesto en otro. Su deseo es poseer al otro. Sin el deseo del otro, la libido no existe. Ella debe poseer. Ella quiere poseer. Ella necesita penetrar en el otro. Conocer su interior. Usurparlo. Tenerlo. Gozarlo.
Y el goce es la verdadera realización de la libido. Aquí se manifiesta en todo su esplendor. Pero para lograr su más alto esplendor, necesita no solo lograr su propio goce, sino también el goce del otro.
La conjunción de los goces, la unión de las libidos, la mayor expresión del placer.
Ferocidad absoluta. Deseo convulsionado. Pasión descontrolada. La convulsión interna del todo. La agitación de la libido. Explosión en el interior del ser. Desborde incontenible hacia el exterior.
La libido guía a la ferocidad, al deseo y a la pasión hacia otro ser y cuando lo encuentra, lo penetra. Esta agitación penetradora colisiona con la convulsión interna del otro ser que también busca su proyección hacia el exterior.
Las libidos se enfrentan en una batalla campal que trasciende a los cuerpos. 
Ambas libidos se embeben mutuamente y se convierten en lo deseado: el Goce.
Las libidos han perecido en la batalla para dar lugar al Goce todo poderoso que toma control del todo y sacude a los cuerpos y los estremece.
Los cuerpos materiales son dominados; la razón es expulsada violentamente; no hay lugar para ella. No hay lugar para el pensamiento. Solo hay lugar para la acción y la sensibilidad absolutas.
Y en la parte final, el Goce arrastra a los cuerpos hacia el punto culmine donde se muestran todas sus manifestaciones naturales: manos enterradas en la carne, caricias inconscientes, violencia pacifica, presiones físicas, flujos calientes, sudores exquisitos, ojos desorbitados, sonidos corporales, palabras extraviadas por el abandono de la razón.
La extenuación quiere entrar en el juego, y lo intenta, pero el Goce le cierra el paso. Se lo impide. La extenuación entra en el juego y toma a los cuerpos. Pero el Goce es mas fuerte y se ríe a carcajadas de la extenuación, mientras los cuerpos gozosos siguen y siguen en su interminable frenesí.
Y llega ese punto culmine que se quiere pero no se quiere. El deseo contradictorio del momento culmine que se desea y no se desea a la vez. El deseo del momento más bello que trae de compañera a la paz interior y exterior. 
Pero esta pareja viene a despedir al Goce.
Y el Goce, que ya se ha divertido bastante, acepta retirarse pero no sin antes detonar una gran explosión.
Y la explosión llega. La explosión es el punto culminante. Gritos. Desenfreno. Desenfado. Placer. El terremoto final que trae el derrumbe. Momento final. Fiesta donde todos danzan al compás del Goce: la extenuación, la locura, la alegría, el interior exteriorizado y la frustrada razón que observa aquel “sin sentido” desde su exilio, impedida de disfrutar de tan increíble deleite.
El Goce se va. Todo relaja. Sentidos, materia y espíritu descansan finalmente. La extenuación se queda durante un rato. Prende un cigarro y sonríe maliciosamente observando al Goce alejarse.
Por fin, la razón vuelve a ingresar a su morada acompañada por una manifestación de pensamientos que se fueron agolpando en las inmediaciones; ansiosos por volver. La extenuación ríe al contemplar esa turba alocada y torpe de manifestantes ingresando desordenadamente al interior, reclamando atención.
Y por allá a lo lejos, sí, por allá a lo lejos se ve asomar con picara sonrisa a la vieja revolucionaria que ya busca el momento oportuno para una nueva escaramuza. La vieja bruja que cree en la revolución constante y que no quiere dejar en paz a los sentidos, instintos, pensamientos y demás espectros débiles con los cuales suele divertirse en su constante arenga.
La libido le guiña un ojo a la extenuación y esta comprende que ya no le queda mucho tiempo. Comienza a prepararse para abandonar el lugar. Conoce a la libido y sabe sus intenciones.
La libido se va acercando con mucho disimulo montada en su corcel el deseo. Y en la medida en que se acerca, su sonrisa picaresca y maliciosa va creciendo.
La razón y sus pensamientos comienzan a inquietarse nuevamente. No les gusta abandonar ni por un instante al ser. Saben que cuando lo hacen, el ser se vuelve animal. Y saben que cuando el ser es animal, el ser es feliz.

Charly 

miércoles, 27 de abril de 2011

lunes, 25 de abril de 2011

Gama Benzeno. Primera Parte

Gama Benzeno se presenta:


"La pornografía, lo duro, lo que la gente hace en privado yo lo saco a flote y lo transmuto, lo que sea, una penetración, una mamada, pero en un cuadro"


"He pasado por el comic, la pintura, la publicidad, el diseño grafico, ahora el cine me parece la perfecta comunión entre muchas artes"


"Trato de desarrollar una constante alrededor de la violencia y sobre todo, las cosas raras, tal y como es mi percepción del mundo. El mundo para mi es misterioso"


"Tengo libros de Dalí, pornografía de los 80, comics... creo que todos los artistas me influencian. En mi ultima producción me ha influenciado la Bauhaus, Warhol, el comic..."








domingo, 24 de abril de 2011

Vos

Llega la noche. Los párpados pesan. La quietud avanza. El cansancio saluda. Una ducha. Eso relaja. Una complacencia post ducha. Un poco de tv entre sábanas. Algunos recuerdos del día paseándose en paralelo entre imágenes televisivas catapultadas al interior del ser a través de las compuertas de la observación.
El peso de lo párpados se torna insostenible. El ardor del sueño se hace presente. Off. Las imágenes televisivas terminan. Los párpados ganan la pulseada y las persianas cierran a la espera del nuevo día.
Y llega el amo de la noche. Ante él todos los sentidos hacen reverencias. Las imágenes, los recuerdos, lo físico, todo. El amo llega al caer la noche para tomar posesión del ser.
Y el amo te abraza y arrastra suavemente hacia su reino en las profundidades de los sueños. Un reinado ancestral y antiquísimo como las civilizaciones más antiguas del mundo terrenal. Pero este es un mundo paralelo. Un mundo extraño. Algunas veces hermoso y otras tenebroso. Aquí, similitud con la vida real.
Entregarse al amo. Él te revela su reino fantasioso y fabulístico. Él carga en tu bolso de viaje imágenes, pensamientos y recuerdos, para combinarlos y mostrarte alguna quimera fabricada con tu propio interior.
Y te dejas llevar. Y el amo te deja bajo la frondosa copa de algún árbol de ensueño. El tiempo pasa en esa tierra pero sin pasar. Debiera de suponerse que pasa, pero realmente desconoces su transcurrir y pierdes la noción.
Lo maravilloso del caso es cuando tu sueño se cruza y enlaza con el de otro ser del cual tienes conocimiento en el mundo terrenal. Pero lo que realmente resulta de tu agrado es cuando encuentras a ese ser exquisito con el cual sueles hallarte. Ser hermoso como su sueño que siempre llega cargado de emociones y pasiones ricas. Sensaciones. Placeres.
Ese ser tan poderosamente hermoso que logra no solo imbuirse en tus sueños sino que además los mezcla con tu realidad corporal. Unir el mundo de los sueños con lo corpóreo. 
Ese ser se muestra en tu sueño y expone ante ti su cuerpo desnudo. Tan diferente al tuyo. Tan dialécticamente atractivo. Tan bello por negación de tu propia forma corpórea. Te pide caricias. Necesita tus caricias y eso conmueve tu interior y tu tacto explota de deseo. Tu tacto convertido en las extensiones nerviosas del deseo más puro y placentero del ser.
El ser hermoso también desea depositar sus caricias en tu cuerpo. Sus extremidades extendidas hacia ti y su penetrante mirada concentrada en tu materia corpórea así te lo señalan.
La maravilla del deseo mutuo. Sueño entrelazado como un tejido bicolor convertido en uno. Unión. Conexión. Calor. Humedad. Ardor. Placer infinito.
Despertar aparente en medio del vendaval de sensaciones apabullantes. Abrir de ojos. Mundo de ensueño o de realidades corpóreas? No lo sabes. No te interesa. No te preocupa la simil realidad simil sueño. Porque aquella unión es tan plena que ese limbo se convierte en algo mas digno y espiritual que cualquier concepción intelectual proveniente del raciocinio del ente humano.
La pasión en todo su esplendor debatiéndose entre la fantasía del sueño y la realidad del vivir.
Amor exquisitamente incomparable. Solo logrado en la conjunción con el otro ser. Con ningún otro. Unión carnal y espiritual. Agitación de los órganos naturales. Hervor de la sangre que se convierte en olas que rompen contra acantilados. Trascender el límite de la excitación. Necesidad de la incontenible conmoción interna de explotar hacia el exterior. Romper en gemidos y exclamaciones. Aferrarse. Entrelazarse. Deseo, amor y pasión mezclándose como poción química revuelta por los cuerpos que con su calor convierten los líquidos en vapor. Vapor del espíritu que es respirado llenando el interior de plenitud.
El oasis. El descanso al lado del canal. La frescura del agua corriente. La estabilización de los sentidos. Las miradas que se cruzan. Tímidas sonrisas las acompañan. Los rostros en la arena, las miradas juntas en un punto de inflexión.
La plenitud del amor brindado y correspondido del ser amado. El descubrimiento del sentimiento verdadero. Allí. En ese punto de inflexión. Sonrisa tímida que se convierte en sonrisa desvergonzada irradiante de alegría. Franca. Bella. Amiga. Amante. Alegría expresada en carcajada.
Regreso al árbol de ensueño. El ser es pleno. El ser es feliz. Ya no hay imágenes. Hay un descanso sano y reparador. Debajo de la copa de aquel árbol de ensueño.
Sueño? Realidad? No importan en este caso. La imagen de su belleza impresa como sello indeleble en el interior del ser trasciende cualquier mundo o dimensión deseable por los sentidos materiales.


Carlos Plantamura

jueves, 21 de abril de 2011

Erotismo gastronómico. Domingo de Ramos. Semana "Non Santa"



Estoy en Buenos Aires desde hace dos meses. Es mi provincia, el lugar donde nací. Es la tierra de mis padres, que no de mis abuelos – nacidos en un puerto de mar a orillas del Mediterráneo -, italianos con raíces griegas. Estoy en una ciudad a 13 km de la capital donde quizás, eso me contaron, la primera casa fue la de Don Enrique De Lely, padre de Armando, padre de Esther… mi mama , familia de nobles guardabarreras, héroes salvavidas de plebeyos suicidas, económicos y sentimentales. Hombres y mujeres rudos, de pistola al cinto y esposa adosada.
He dejado la bonhomía de mi vida en Barcelona para instalarme en las calles sucias y decadentes de una ciudad que fue, hace mas de 50 años atrás, el lugar preferido de la burguesía porteña para construir sus palacetes de fin de semana…
Me preguntan porque?
Eso es para contarlo cualquier otro día, en una mesa de café, con un buen calvados en la mano (francés-of course- difícil de conseguir en Argentina), un buen puro, y oídos femeninos curiosos …ávidos de las aventuras de un abuelo nómada y libertino.
Resulta que mi madre ya es octogenaria y casi no sale de su hogar. Así que, como gentileza a su hospitalidad, ya que estoy viviendo en su casa, le prometí concurrir a la misa del Domingo de Ramos- dia en que la iglesia católica celebra la entrada triunfal de Jesús  en Jerusalén- y regresar con el ramito de olivos bendecido entre los dientes… como una rosa que se lleva a la amante a la cama.
Fue una experiencia verdaderamente inolvidable, gastronómica, erótica y religiosa.
La misa comenzaba a las once. Me levante temprano y desayune como los dioses: medialunas de grasa (que cruasán ni que ocho cuartos!!!), piña natural, café, por supuesto, mermelada de frutos del bosque con queso tetilla casero y mantequilla inglesa importada… de Andorra.
Me duche , robe un hermoso clavel del florero del comedor y toque el timbre de la vecina del apartamento de enfrente… un poco joven para mi, lo reconozco, un poco “loca” también, pero atractiva y creyente. La invite a acompañarme y acepto. Llevaba en sus brazos casi un árbol de olivo (puro y virgen) para ser bendecido. 
Yo había olvidado el enorme erotismo de la liturgia católica: Un cura agradable y seis efebos monaguillos, (por suerte adolescentes, no nos vayan a tildar de pederastas), todos vestidos de blanco, con esas sotanas traslucidas y almidonadas que si no llevaran ropa debajo serian el colmo del fetichismo (quien dijo que en el mucho mostrar esta el deseo?).
Las niñas, por supuesto, ni pisaban el altar, pero componían un coro de ángeles y las tres cuartas partes de los asistentes.
No pretendo ser sacrílego: creo en Dios, y en Dios hombre hecho a nuestra imagen y semejanza, y respeto absolutamente la Fe, (musulmana, judía, católica, budista, protestante) Dios, Jehová, Ala… vive en mi corazón de persona, de animal pensante, de hombre.
Y los hombres somos seres sexuados, y el sexo y el erotismo son nuestra columna vertebral, asi que permítanme que les diga que el magnifico ritual católico de la transformación del cuerpo y la sangre de Cristo en pan… es la metáfora mas eróticamente humana que conozco.
Pensé en acercarme a comulgar… como no hacerlo ante semejante espectáculo!!…pero el sacerdote inhibió mi fervor religioso cuando recordó, antes de que nos acercáramos a recibir el santo sacramento, que para asistir al festín debíamos estar en ayunas de por lo menos una hora, y haber pasado por el confesionario… tan en serio se lo tomaba este cordero de Dios, que ante mi vista rechazo elegantemente darle la comunión a un anciano con Síndrome de dawn… no se si porque creía, en su condición de ministro plenipotenciario que el caballero no necesitaba de Dios en su inocencia, o si se le subió la hostia a la cabeza.
Este episodio no consiguió “bajonearme”, yo sabia que afuera me esperaba , en la Plaza de Ramos Mejía, una mesa reservada en el Restaurante Carmen… con mi tapa de pulpo a la gallega y mi paellita estilo argentino bien regada con un vino realmente extraordinario… blanco, clásico, y de uva torrontes, …
Mi compañera, ocasional, muy afectada por la ceremonia religiosa, acepto, con cierta timidez las  caricias que con el pie le enviaba a su entrepierna… gracias a Dios, y nunca mejor dicho, el abuelo conserva costumbres y entrenamiento físico suficiente como alegrar la velada de una muchacha “de las de antes”.


Lelan de Lely