La previa
Cuando yo era un adolescente de 18 años, romántico y enamoradizo, conocí a una mujer que me flechó. Tenia mi misma edad.
Era un bombón: alta (1.75), flaquita, buenas tetas, buen culo, ojos grandes y oscuros, pelo lacio y negro por debajo de los hombros y muy divertida.
En cuanto a la inteligencia... bue... hasta por ahí no más vió... no se van a imaginar gran cosa...
Pero bueno, la cosa es que estaba muy fuerte. Yo la empecé a ver seguido, y me entré a calentar cada vez más...
Yo no soy lo que se puede llamar un sex simbol... hacía lo que podía... iba al gimnasio, tomaba sol... que se yo...todas esas boludeces superficiales que uno hace para gustarle superficialmente a una mujer.
Pero... nada logré desde los superficial, y le entré por la clásica:
La Amistad. Ja...
Parecía que todo marchaba... ella pegó buena onda conmigo, comenzamos a salir de noche, a cenar, ir al cine...
Hasta que dije: papi, metele porque te me vas de mambo con la historia de la amistad, y después viste como termina esto! Terminas todos los días tocándote en la apabullante soledad del ser, imaginando en tu siniestro interior intuitivo como serán las tetas y el culo de esa mujer tan ambicionada.
Entonces, tire el zarpazo. Una noche después de cenar, paseamos por la reserva ecológica... y en un momento muy oportuno de cercanía, le arroje un cabezazo! (un beso quiero decir).
Que cagada hermano!... me echó fleé! Ahí no mas entró con la historia de la decepción, que ella me veía como un gran amigo (casi hermano!), que ahora no sabia como manejar la situación.... que qué iba a pasar...
Bue... ahí el tipo entró con todo el argumento de la superación: bueno che, no es para tanto, fue un error, me pase de mambo, hoy tome unas copitas de mas, sos una mina tan joya... no te quiero perder...
Y acá vino el error fatal. Le dije:....quiero seguir siendo tu amigo por siempre....
Error!! Ahí la embarré toda hermano! Tanto laburo arrojado por la borda.
Resumiendo lo que vino después, nos seguimos viendo un tiempo, yo me había convertido en un real hermano para ella, hasta que me repudri del asunto y la mandé a la mierda.
Por siete años no volví a verla ni a saber nada de ella....
¡En la próxima publicación de Fatale el desenlace!
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