domingo, 8 de mayo de 2011

La Metamorfosis. Por Charly. ¡El desenlace!

El reencuentro


7 años!.... es mucho tiempo no?....


Yo ya tenia 25. Vivía solo.


Un día suena el teléfono. Atiendo. Y quien era?!....


Ella! Era ella! El piso se sacudió un poquito debajo de mis pies; y yo me aferré al teléfono como si fuera el último tramo de cuerda antes del precipicio...


Me preguntó como andaba, tanto tiempo, que se había enterado por una amiga que yo vivía solo... que bueno seria volver a verte... bla bla bla


Uahu, comencé a flashar...


Imagínense, yo le dije que seria fantástico, que porque no se venia a mi casa y almorzábamos y recordábamos viejos tiempos.


Me dijo que SI. Un rotundo y alucinante SI. Un SI cargado de música y esperanzas.


Era feriado y me dijo: voy para allá.


Para que seguir detallando mi locura de ese momento... inolvidable... vinieron a mi mente nuevamente todas sus imágenes: su cuerpo vestido y desnudo (obviamente según mi imaginación)


Mi raciocinio comenzó a moverse: bueno, si me llamó es porque quiere algo, me extraña, no para... eras como su hermano y aparte.... un detalle fundamental: ella era una mojigata que tenía un candado en sus compuertas al placer... no era una partidaria del sexo libre! Para nada!


Y entonces? Basta! Preparate para lo que sea.


Me bañe, me perfumé... me empilche... y me senté a esperar...estaba muy nervioso! Verla de nuevo!


En eso sonó el portero eléctrico...


Mi interior estalló en mil pedazos! Tranquilo flaco tranquilo... respirar hondo... relajar....


Quién es?.... soy yo...


Soy yo... otro golpe en el estómago. Presioné el botón que abre la puerta de entrada al edificio.


Yo vivía en un departamento en el séptimo piso, a unos tres metros del ascensor. Ese tiempo hasta que el ascensor se tomó para arribar al séptimo piso con su preciada carga adentro... fue interminable!


No pensaba abrir la puerta. Tenia que esperar a que ella llamara a la misma...sino parecería un desesperado!


Sentí que el ascensor llegaba. Sentí el abrir y cerrar de la puerta del ascensor. Y comencé a sentir el avanzar de sus pasos hacia mi departamento... pero...


Algo extraño comenzó a ocurrir... ah señores! Aquí la historia toma un rumbo muy desafortunado! 


Los pasos que se aproximaban a mi puerta sonaban muy pesados... muy densos... me dije: será otra persona, parecen los pasos de un tipo! Y grandote!


Pero en eso, llaman a mi puerta... flaco, llegó el momento. Me repasé un poquito ante el espejo y me dirigí hacia mi destino.
Abrí la puerta sin preguntar quien era y... efectivamente... era ella... pero...


No podia salir de mi asombro... frente mío estaba parada ella con una gran sonrisa dibujada en su rostro, pero tan cambiada...


Por donde empezar... recuerdan que era alta; bueno, seguía siendo alta pero con el agregado que se había ensanchado como medio metro hacia los costados!


Su rostro era una perfecta esfera de considerable diámetro! Su hermoso pelo largo, ahora era corto y pajoso!!


Sus brazos... eran los de un jugador de rugby (pero de los gordos esos que hacen de pilar eh...)


Creo que tenía una blusa oscura y una amplia pollera (ropaje de obesa), pero ya no recuerdo claramente, ya que estaba asombrado ante este ser dantesco y gigantesco que se encontraba ante mí!

Yo no podía salir de mi estupor. No podía concebir lo que mis ojos veían. Ella me dijo: eh! Hola! Puedo pasar?!


Sí, sí, adelante.


Pedimos empanadas y hablamos de tiempos pasados... yo no podía abandonar el estado de shock en el cual me hallaba ante la metamorfosis del “bombón” en “paquidermo”... mis instintos sexuales se debatían en mi interior y no se decidían acerca de lo que querían.


Luego de una hora de mucho hablar, se hizo el silencio... ella me miraba a los ojos, y yo la evitaba... miraba hacia el techo... hacia las paredes...


Repentinamente, ella dijo:


-Vamos a ver la tele!


A ver la tele?! Esta no vio que la tele no esta acá? La tele está en la habitación... me parecía muy raro que, con lo mojigata que era (como antes mencioné), me propusiera algo tan “descabellado”!.


-Pero la Tele... esta en el dormitorio...
- Y? !Vamos dale! 


Ah bueno...


Allá fuimos.
Muy decidida ella se arrojó en mi cama, la cual era muy elástica - en aquel entonces yo tenia uno de esos “somier” que tienen una base sin patas - la cual ante el peso de mi amiga emitió algunos crujidos de dolor. Yo me recosté a su lado.


Prendí la TV.


Me sentía extraño, nervioso, confundido... no sabia que hacer con esta situación... y me dije: ya está, a mirar la tele y se terminó!


Pero, sin previo aviso ni auspicio... el paquidermo se levantó de un salto con una agilidad propia de un mono tití (nada mas que este más que mono era king kong), y desde su gran altura me miró por un instante... contemplativa... inquisidora...desafiante...


Una mirada extraña... se dirigió al ventanal de la habitación (muy pequeña por cierto. El ventanal daba a un pequeño balcón estilo francés), y en una milésima de segundo oscureció el habitáculo bajando la persiana hasta el tope inferior. Quedamos iluminados solo por la luz difusa y colorida de la TV.


Yo ... yo estaba duro!!! no respondía... no sabia que decir!


El paquidermo apoyó sus manazas en su cintura, dejando sus enormes brazos en ángulo y muy decidida me dijo clavándome una mirada psicótica:


- Bueno, mirá esto debe quedar entre nosotros. Ok?
- ... Ok 


Esa fue mi acotada respuesta.


Y aquí se desató el vendaval...


Sus ropas se despegaron de su cuerpo con una facilidad que en ese cuerpo tan tosco y enorme daba un espectáculo grotesco. Cuando quedó totalmente desnuda, el Paquidermus hipopotamus se mostró en todos su esplendor: sus pesadas, abundantes y expandidas carnes colgaban desde sus piernas, brazos, cuello... como achuras expuestas en una cruz de un asador!! El espectáculo, iluminado por las luces intermitentes y variadas de la TV en la oscuridad de esa habitación, parecía sacado de una escena del Exorcista.


La cosa es que yo seguía acostado en línea recta, vestido y azorado ante lo que ocurría... mis sentidos y mi entendimiento no daban crédito a lo que ocurría!!


Me solicitó, de una manera muy imperativa, que me quitara mis ropas. A lo cual yo respondí con movimientos aletargados y poco agraciados. Ella desesperó y comenzó a ayudarme.


Cuadro siguiente: no encontramos desnudos uno junto al otro extendidos a los largo y ancho de mis aposentos. El lugar que ella ocupaba se hundía por su considerable peso, provocando que mi leve ser se deslizara hacia ella.


Pero... ahí mi fiel compañero de siempre... nunca ausente... siempre dispuesto... apareció en escena. Mi erecto pene se levantó, y su rosada cabeza, expuesta a la atmósfera de los seres vivos, se quitó su pasamontaña y con su único ojo me miró y me dijo:


- Hermano, basta de boludeces. Llegó el momento tan esperado. Adelante valiente! Arremetamos! A conquistar nuevas fronteras!


Sí tal cual, le dije.


Ahí nomás me arrojé sobre el enorme cuerpo carnoso de mi compañera y comencé a besarlo: sus piernas, su sexo, su abdomen, sus pechos! Ja, no estaba tan mal después de todo! Mi fiel compañero y yo compartíamos una emoción desenfrenada, gustosa, poética!


Hasta que llegué a su boca e intenté besarla...


- Noooo!!!!


Exclamó de un solo y contundente grito. Me quedé duró y contemplándola con mi cuerpo reposado sobre su enorme plataforma de carne.


- No! La boca no! Besos nooo!!


Mi dios, que esto!! Me dije. Pero que pasa!?


- solo sexo, la boca no.
Y ese grito esquizofrénico me volvió a mi anterior estado de nervios. Pero nuevamente mi fiel compañero me apoyó en este difícil transe diciendo:


- Que se joda! Si no quiere besos no hay besos! Vamos amigo! Directo al grano!


Sí, sí eso, al grano


Abrí sus piernas... tome envión y... mandé al compañero hacia ese nuevo e inexplorado territorio...


O por lo menos eso intenté... cuando el compañero empujó, ahora sí ayudado por mí, la enorme mujer emitió un terrible grito de dolor! 


AAAAHHHHHHH!!!!!


Que exageración!! Pero que carajo pasa!! Pensé
No importa! Vamos de nuevo y allá fuimos...


Dos, tres veces... todas acompañadas de horripilantes gritos desgarradores...


No... pensé.. esto es mucho para mí...basta


Salí de encima de ella y me arroje a su lado boca arriba...


Pero ella, muy decidida arremetió contra mi cuerpo montándose sobre mí! Tomó al compañero con su abusadora y enorme manota y lo introdujo a la fuerza en su interior! Acompañaba sus acciones con extraños gemidos guturales, muy lejanos a los musicales sonidos del placer...


Y comenzó a sacudirse encima mío de una forma bestial... era tan enorme... ese cuerpo giganteso sacudiéndose encima mío, inmisericordioso, violador, aberrante, prepotente....


Y el compañero... el que más sufría este atropello, me abandonó: - lo siento amigo, pero esto no es lo que yo llamo un momento lujurioso y apasionante. Esto es... nada, chau...


La erección desapareció... desapareció!!


Pero el enorme ser que me atacaba, no se había percatado y seguía saltando sobre mi endeble cuerpo como si fuera una cama elástica gritando incivilizadamente, como un indio triunfante al apoderarse de la cabellera del hombre blanco!!!


Aaaahhhh
Aaaahhhh
Aaaahhhh


Mi gesto de horror y desesperación debió ser único. 
En un momento, dije basta! Basta! Esto debe terminar! Concentré todas mis fuerzas en mis brazos y manos y aferrándola de la cintura la arrojé a un costado!


Había que terminar con ese suplicio....


Confundido.... sin saber que decir... herido en mi orgullo de macho erecto... ni la miré y le dije: - me voy a duchar...


Ella no respondió. El baño era el ocaso, la tierra prometida, el lugar donde alejarme de aquella criatura extraña y malévola.


Me duché durante unos quince minutos aproximadamente. Permití al agua deslizarse por todos los recovecos y superficies de mi cuerpo. Aahh... el agua me tranquilizaba... trataba de pensar qué había ocurrido en aquella habitación donde tuve la posibilidad de conectarme carnalmente con esa hembra perseguida por mi durante tanto tiempo. Pero no llegue a ninguna conclusión. Todo se había derrumbado... todo estaba perdido...


Que se vaya! Se tiene que ir ahora mismo!


Salí de la ducha, me sequé, me tapé con el toallón, tome coraje y decidí salir del baño para ver que ocurría afuera.


Muy despacio me fui asomando hacia la habitación, teniendo la esperanza de no encontrarla mas allí. Teniendo la esperanza que se hubiera vestido y marchado... 


Pero no... la muy descarada allí estaba... arrojada en pleno sobre mis aposentos. Seguía totalmente desnuda. Su enorme culo desnudo me miraba y se reía a carcajadas. Sus piernas en ángulo de 90 grados dejando las plantas de sus pies en dirección al techo. Las manos en su rostro. Su rostro, a través de sus ojos, atento a la TV.


- Mmm... ejem.... eh… flaca… vienen unos amigos ahora en un ratito. Si no te molesta... disculpame... viste como es esto de los amigos...  


- Si como no ...


Se vistió y se marchó.


Cuando se cerró la puerta de mi departamento y ella se había marchado, me senté en mi sillón y prendí un cigarrillo...


Pité, exhalé, volví a pitar y volví a exhalar... pensé... de pronto me reí... me reí más... y más...


Que rápido pueden esfumarse todas las ilusiones que nos hacemos acerca de las cosas no?!


La puta...


Leyeron la Metamorfosis de Kafka?

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