Al costado derecho de la página principal de este blog, bajo el encabezado de “Etiquetas”, están los nombres de todos los artistas que colaboraron en estos siete meses de publicaciones. Desde acá les agradezco, los abrazo.
Siete meses de publicaciones, a una media de tres entradas por semana. Y con ello, el intento de una única consigna: originalidad. Pero para que el significado de originalidad no quede reducido a un vocablo suelto, adosado a una retórica facilista, o a un agradecimiento mitigado y sin alma, intentaré explicar que significa para Fatale, por momentos, tan manoseado termino
Para empezar, “originalidad”, no tiene que ver con algo que no se haya hecho antes, sino con que se hace respecto a un tema, es decir, hacer de un tema algo propio. Personificar un tema.
Por ejemplo, “Las expresiones eróticas en el arte etrusco”. Como tantas otras civilizaciones, no cabe duda que su arte es excepcional, como también lo son sus frescos y esculturas que apelan al erotismo. Pero la verdad, en Fatale, no nos interesa un detallado monográfico sobre el tema, por más completo e ilustrado que sea. Lo que nos interesa es saber que le pasa al autor que decide abordar el tema de la civilización etrusca. Que cree él que le pasó a la persona que hizo tal o cual pieza. ¿Ve despecho? ¿Ve celos? ¿Dónde? ¿Por qué? ¿Qué nos hermana o nos distancia con una civilización de siglos antes de Cristo? En definitiva: queremos la opinión del autor. Y que lo llame como quiera: ensayo, estudio, revisionismo estético, opinión, o el etcétera que mejor represente su trabajo
Un ejemplo que ilustra a la perfección el límite entre un trabajo informativo explicado a la perfección, y un trabajo original, es el artículo sobre Haikus, de Natalio Pochak, publicado semanas atrás en este mismo espacio. En el inicio de su escrito, Natalio, define Haikus como una estructura poética japonesa estructurada en tres versos que suman 17 silabas, distribuidas 5 para el primer verso, 7 en el segundo y 5 en el último. Y continúa con una serie de datos para conformar la mejor definición posible. Hasta aquí, su explicación es perfecta. Pero lo que convierte esta perfección en valida, según nuestro postulado de “originalidad”, es el desenlace de su trabajo, cuando nos deleita, a modo de ilustración, con un Haikus de su autoría. Aquí, en el detalle del Haikus de su propia autoría, está la diferencia entre un excelente informe y un informe original.
Luego de esta confesión abierta de línea creativa seguida en Fatale, la intensión inmediata de esta exposición, y acaso necesaria, es la de hacer balance. Y hacerlo de esta manera, expuestos, sin filtros, para vernos reflejados y afianzar nuestra idea junto a todos los que nos siguen, como cuando se habla con interlocutores para afianzar, a través de nuestras propias palabras, lo que en verdad queremos o pensamos.
Tal Balance, como suele suceder, llega en un momento de transición. Por eso, esta editorial de Fatale será la última en su formato actual de blog. Y en consecuencia, el último mes de publicaciones en dicho formato. Un vez transcurrido este último mes, que se inicia precisamente a continuación de esta misma portada y editorial, y luego de unas semanas abocados a la tarea de reconstruir la nueva versión, Fatale, vivirá en su propio sitio web: www.fatalemagazine.com.ar Lo que permitirá mejor diseño, categorización de las publicaciones, visualización general más completa. En resumen, una autentica revista digital.
Esperamos que el reencuentro en el nuevo formato sea del agrado de todos los que nos siguen. Hasta ese momento, las semanas de publicaciones en blanco, en las que el blog se mostrara al completo, que sirvan para repasar trabajos anteriores, y así opinar, criticar o emitir cualquier juicio de valor que crean conveniente para mejor este humilde espacio hecho con pasión, y casi siempre gobernado con el corazón.
Andrés Casabona
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