Por Andrés Casabona
Lejos de cómo nos los muestran en los distintos medios (estereotipados), los transexuales masculinos sufren desde que tienen conciencia el haber nacido en un cuerpo que no les corresponde. Ellos son hombres nacidos en cuerpo de mujer que decidieron modificar los designios de la naturaleza, confirmando que esta a veces también se equivoca. A propósito de esto, Einstein solía decir: «Dios también juega a los dados».
A lo largo de su historia, los cerebros de Hollywood se hartaron de escribir guiones donde, por ejemplo, un día cualquiera un blanco racista se levantaba de la cama convertido en un negro como el tizón. O un niño precoz y astuto se transformaba en un joven apuesto e independiente. Por no hablar de la abuela octogenaria que de pronto se convertía en una apetecible adolescente. Todos estos ejemplos de diferentes transformaciones por el capricho de la naturaleza discurren en la pantalla bajo el tono fiel de la industria cinematográfica, enfocados todos en gags divertidos sobre lo que somos frente al espejo y lo que en realidad somos por dentro. Visto así, y sobre todo en las manos de estos «geniales» guionistas, es una buena excusa para reír y pasar un momento entretenido frente a la pantalla, pero ¿qué pasa cuando esto es una realidad tan real como cotidiana?
Cuando la naturaleza se equivoca, cuando alguien está en un cuerpo que no siente como tal, cuando un hombre está encerrado en un cuerpo de mujer. Esta es la historia de hombres valientes que han desafiado los designios de la naturaleza y de la sociedad, y ni siquiera el mejor guión podría reflejar la situación de enclaustramiento que en su día sintieron. Esta realidad los ha unido para luchar juntos contra ese muro social que exige ser blanco o negro, y que no tolera la gama del arco cromático. Siendo una cosa u otra es más fácil encasillar.
Ellos son Roger, Sergi, Jordi, Eric y Moisés -y muchos más que no conocemos-, hombres de diferentes edades que se presentan ante nosotros como personas que comparten unas vivencias únicas.
«Visibilidad»
Sin embargo, pese a insistir y aun sabiendo que son hombres encerrados en un cuerpo de mujer, les confesamos que a nosotros nos parecen hombres, en todo caso «encerrados en cuerpos de hombre» como todos los tíos del planeta.
Ellos nos aclaran que es un tema de «visibilidad». Roger dice que: «A diferencia de las transexuales femeninas, una vez hechos los cambios somos hombres ante la sociedad, y nadie se va a dar cuenta de nuestro pasado; nadie tiene por qué saberlo». Según esto, ser «invisible» es ser reconocido como hombre en la sociedad.
La transformación
Cuando insistimos en esto de parecer o no parecer lo que uno siente y se manifiesta, les pedimos que rebobinen sus biografías, desde la más tierna infancia. Nos cuentan que pese a su apariencia de niñas jugaban, se movían, actuaban como niños. Como en casi todos los casos, sus padres percibían una conducta diferente y «anormal» en una niña, hasta que fueron creciendo y pudieron expresar su deseo de ser «ellos», por fin. Y cuando les preguntamos cómo se produce la transformación física, lo que denominan el «proceso de reasignación de sexo», el adecuar el cuerpo a lo que la mente reclama, nos comentan que es un proceso complejo, que abarca desde el tratamiento psicológico pasando por el hormonal (de por vida, ya que no segregan suficiente testosterona) y las numerosas intervenciones quirúrgicas a las que se deben someter para lograr, como dicen ellos, ver realizado ese «ideal» de pertenecer al género masculino.
Nos aclaran que para que se les permita seguir la terapia de hormonación primero deben pasar por dos psiquiatras y un psicólogo. Son ellos los que diagnostican el hecho transexual y, una vez certificado, pasan al endocrinólogo. Éste someterá a los pacientes transexuales a un tratamiento hormonal con un plan estricto e individualizado. Mientras tanto, se inicia el proceso quirúrgico: la extirpación de los pechos (mastectomía), de los ovarios (ovariectomía), del útero (histerectomía), para finalmente dotar a los pacientes de un aparato genital masculino. Se trata de un pene por hipertrofia del clítoris (metadoiplastia) o una faloplastia, y para ello se aprovechan los tejidos musculares del paciente hasta formar un pene. No todos los transexuales masculinos se somenten a una faloplastia debido a las limitaciones y complicaciones de las técnicas y sus resultados.
Para que se los tome como son realmente, hay que aclarar que a los transexuales se le diagnostica «síndrome de disforia de género», bautizada así por el endocrinólogo estadounidense Harry Benjamin hacia la década de 1970. Una posible hipótesis es que el trastorno de una hormona es la culpable de que el cerebro no reconozca pertenecer al sexo que le corresponde genéticamente, lo cual crea una permanente insatisfacción de identidad sexual en estos pacientes. De ahí la reacción de estos hombres.
Aquí podríamos dar por concluido este informe, puesto que como veis están todos los pasos de la transformación de un cuerpo de mujer a uno de hombre, pero en la charla distendida y la buena disposición de todos ellos nos invitan a quedarnos y seguir hurgando en este particular mundo del querer ser lo que siempre se ha sido...
Con o sin
En el largo camino del cambio de sexo, la presencia del pene parece ser el ideal. Roger nos dice: «Cuando empezamos el tratamiento todos tenemos la obsesión por llegar a la faloplastia porque creemos que nuestra masculinidad reside ahí... Pero una vez que empiezas el proceso, en que empiezas a ver cambios en tu cuerpo que te hacen ver como un hombre, no parece tan necesario... La perfección no existe... A partir de ahí dejamos de ver nuestra masculinidad asociada a un órgano... Tenemos un conjunto de “rasgos” que nos hace percibirnos como hombres ante el espejo». Cuando empiezas tienes muchos ideales y a la vez idealizas mucho el que la virilidad lo da la forma y el tamaño de unos genitales masculinos. Cuando ya consigues tener unos mínimos rasgos masculinos, ya no lo necesitas. Hay que pensar que la cirugía de reasignación sexual no está lo suficientemente preparada para que sea llevadero estos cambios... Te planteas un poco de hasta qué punto lo que te están ofreciendo te puede satisfacer...». Al referirse a «satisfacción» nuestro entrevistado comenta que actualmente la cirugía no ofrece unos resultados que estén a la altura de lo que cabría esperarse (penes que no cumplen las funciones mínimas de sensibilidad, funcionalidad urinaria o sexual), entre otras razones porque no hay una especialización de cirugía de «reasignación sexual» en nuestro país. Cada cirujano que se ocupa de esta clase de intervención, atiende en sus consultas privadas y tienen su metodología de trabajo. El coste de una faloplastia oscila entre 15.000 y 30.000 euros (y el total en torno de unos 50.000 euros), y el deseo de ser lo que se siente lleva a que muchos de ellos se endeuden, sobre todo en las comunidades autónomas donde no se contempla estas operaciones a cargo de la Seguridad Social, como ocurre en la Junta de Andalucía.
En el resto de Europa, solo Holanda y Bélgica cuentan con los mejores especialistas de operaciones de cambio de sexo, y además a cargo de la sanidad pública. En esos países es un derecho reconocido.
Tras estas charlas sobre el proceso de cambio de sexo, queda muy clara una cuestión: el transexual nace, no se hace.
Con la Ley hemos topado
Desde que pueden expresar que se sienten como tales, estos hombres se topan con todo lo que tiene que ver con la «identidad»; desde la primaria hasta la universidad, pasando por el instituto, con los nombres femeninos que no sienten como propios cuando se pasa lista. O en la vida cotidiana, cuando abren una cuenta corriente, o hacen trámites para el DNI, el pasaporte, etc. Todos «topamos con la Ley», que nos recuerda lo que somos para ellos: un nombre, no cuenta nada más. Pero por suerte, existen personas como Eric (18 años) y Jordi (19 años), adolescentes que pese a ser llamados con nombre de mujer en las listas insisten en recordar de una manera fresca que son lo que sienten, hombres.
Eric y Jordi nos cuentan que sus compañeros y compañeras son por lo general los que mejor aceptan su condición sexual, y que la discrepancia es básicamente, salvo honrosas excepciones, con el profesorado, que aplican a rajatabla lo que sale en los documentos.
Por eso, una vez lograda total o parcialmente el proceso de reasignación sexual de los transexuales masculinos, comienza la otra gran batalla: la de ser reconocidos como hombres en los papeles.
Sergi (26 años) ya es oficialmente un hombre, según su documento nacional de identidad. Para llegar a esto tuvo que pasar por un proceso legal, a veces bastante desagradable: «Hay que plantearse una buena estrategia... Se acude a la justicia ordinaria, para solicitar este cambio de nombre y sexo... Se trata de un juicio ordinario, donde un abogado debe presentar una serie de pruebas para que esta pretensión de cambio de sexo prospere. Debe presentar ante el juez todas las pruebas médicas, que certifiquen que has pasado por un proceso de reasignación de sexo... (tener una faloplastia no es indispensable hoy en día)... Hay una vista previa, y se dicta sentencia que puede ser favorable o no a ese cambio de identidad sexual... Depende mucho de la voluntad del juez y del fiscal, puesto que no hay ninguna ley que regule esa pretensión... Si el fiscal se opone se ha de apelar a segunda instancia, y si no tienes una faloplastia a veces se puede complicar... Pero como os he dicho, eso a veces no es necesario...»
Un poco de historia
La historia está plagada de ejemplos de transexuales masculinos. La apodada Monja Alférez, Catalina de Erauso Pérez de Galárraga (1592 -1650), fue monja, soldado, comerciante, mercenario, explorador, aventurero, transgresor... También fue destacable su vida amorosa con las mujeres más bellas de su época, un auténtico donjuán... pero nadie sabía que se llamaba «Catalina». Cristina de Suecia (1626-1689). Reina de Suecia entre 1632-1654, sucedió a su padre a los seis años, y fue coronada reina de Suecia en 1650. Bajo su reinado se convirtió en la primera potencia báltica. Obligada a dimitir en 1654 por diversos motivos, pasó a la historia más como un hombre que como una mujer, se dice que no se sentía para nada mujer, hasta el punto que en palacio les traía de cabeza con sus comportamientos excesivamente masculinos, sus coqueteos con mujeres (a pesar de preferir sexualmente a los hombres, pues decía que le gustaban los hombres no porque eran hombres sino porque no eran mujeres) y su negativa a contraer matrimonio y a dar descendencia a la corona. Además, se hacía apodar «Conde Dhona» y nunca dejó de usar el atuendo masculino, teniendo incluso su propia armadura.
Valerie Lilias Arkell-Smith se hizo pasar durante años oficial del ejército; se llamaba Victor Barker, y en la Inglaterra de los años veinte del siglo pasado, llegó incluso a casarse con una joven Elfrida Haward en una iglesia de Brighton en 1923, hasta que fue descubierto y arrestado. Pasó nueve meses en la cárcel acusado de falsear documentos y perjurio, desapareció hasta los años cincuenta que vendió su historia a un periódico.
Otro personaje destacable por su transexualidad masculina fue Billy Tipton, quien dedicó su vida al jazz. Aunque nació mujer, desde 1933, con diecinueve años, empezó a vivir como hombre. A lo largo de su vida se casó con cinco mujeres, y fue padre de tres hijos. Su primera mujer sabía de su situación, pero el resto nunca lo supo.
En la actualidad se podría citar al abogado y activista transexual masculino Stephen Whittle, profesor de derecho en la Universidad de Manchester (Reino Unido) e impulsor del grupo Press For Change, que ha conseguido que los derechos de este colectivo sea debatido en las más altas instituciones británicas.
Press For Change el grupo de activista de transexuales masculinos y femeninos
Y podríamos seguir con muchos ejemplos destacables en la historia desde que el mundo es mundo, y también de gente anónima, en nuestro entorno, sin ir más lejos, que se lo han montado como pudieron, hasta hace muy pocos años atrás.
Por suerte, desde hace menos de diez años existe un colectivo que lucha y se reconoce como «activistas» en pro de los derechos civiles de los transexuales, masculinos y femeninos. Todos estos amigos con los que charlamos animadamente sobre su problemática pertenecen a una de esas asociaciones, concretamente el Grup de Transsexuals Masculins de Barcelona (Grupo de Transexuales Masculinos de Barcelona).
A través de este colectivo los hombres en la misma situación, de todas las edades, se acercan para contrastar sus vivencias con gente como ellos y unirse a su lucha...
En España, estos colectivos funcionan en ciudades como Barcelona, Valencia, Madrid y Navarra.
El lado femenino
Todos los hombres tenemos un lado femenino. Incluso en la vida sexual quien no aproveche esta condición corre el riesgo de perderse algo enriquecedor para las relaciones personales.
Cuando hablamos con estos muchachos sobre su condición femenina, su lado mujer, ellos nos cuentan que cuando estaban en el proceso de cambio de sexo algunos exageraban su hombría, sus gestos masculinos, no por lo que sienten y sentían, sino por afirmarse como hombres ante los demás, para ser aceptados como lo que ellos son. Mas todos llegaron a la conclusión de que cuanto más avanzado está el proceso de masculinización de un transexual, más fácil es mostrar su parte femenina porque nadie le cuestiona. A partir de conseguir esos rasgos masculinos «podemos mostrarnos más como somos en realidad». Esta aceptación del lado femenino es lo que los termina de reafirmar como lo que son, verdaderos hombres.
A partir de aquí, estos hombres pueden entran en cualquier estadística, como por ejemplo, la problemática de la vida en pareja, las tendencias en la moda... y como indican las encuestas nos preguntamos qué pasa en Madrid que la gente (también dentro de este colectivo, nos cuentan) se casa más que en Cataluña, por ejemplo.
En medio de esta interesante charla han surgido temas como la política, el deporte, la gastronomía, la literatura, las mujeres, los derechos humanos, la sexualidad... Y como suele suceder en las charlas entre amigos los debates son enriquecedores, porque es una mesa con distintas generaciones de hombres, y como tal, con distintos puntos de vista, pero con un valor muy claro en el que todos coincidimos: uno debe ser siempre fiel a sí mismo.
LOS TRANSEXUALES EN EL MUNDO
Si bien la situación de los transexuales en España no es todo lo bueno que debiera ser, en otras zonas del mundo, concretamente en América Latina, la situación es desastrosa. Fiel reflejo de la realidad que se vive a diario, este grupo de hombres intentan el proceso de cambio de sexo en condiciones difíciles y rodeados de una total incomprensión social y desamparo jurídico. Además, los sistemas sanitarios de esos países ni se cuestionan el cambio de sexo como una realidad atendible. Esto conduce a que los afectados se busquen la vida como buenamente pueden, es decir, emigrando a otros países para hacerse el cambio de sexo, sobre todo a Estados Unidos, Canadá y algunos países de Europa, o como suele suceder, intentando hacer todo ese proceso de forma improvisada, con resultados dramáticos que incluso pueden llevar a la muerte; de hecho, muchos consiguen hormonas masculinas (testosterona) en el mercado negro sin prescripción facultativa, e incluso en su desesperación por lograr el tan ansiado cambio de sexo, se prostituyen para sufragarse tan costoso tratamiento, con su secuela de embarazos no deseados, enfermedades venéreas e infección de VHI.
Esta realidad se conoce gracias a los numerosos informes que pasan en congresos internacionales de transexuales las numerosas organizaciones de transexuales que operan en países como Chile, Argentina y Perú.
En el resto del Tercer Mundo (sobre todo en países homofóbicos y transfóbicos, como India, Pakistán, varios países del África subsahariana, etc.), o se los trata como perturbados o como peligrosos delincuentes y se los condenan a prisión o a morir lapidados. La mejor forma de protegerse de esa incomprensión es, como insistían algunos de nuestros contertulios antes, hacerse «invisibles» ante la población.
POR UN LUGAR LEGAL EN EL MUNDO
Una delegación de los grupos transexuales de todo el Estado se reunieron con la FELGT (Federación Estatal de Lesbianas, Gays y Transexuales) en Madrid, conformada por juristas y gente vinculada a la política para sus reivindicaciones sean escuchadas por los legisladores y políticos.
A continuación exponemos los puntos discutidos y lo que acordaron con esta plataforma:
La identidad
La identidad sexual está por vía judicial y se pidió que en un futuro se hiciera por vía administrativa. Se llegó al acuerdo de que los requisitos para poder acceder al cambio de nombre y sexo se haría una vez certificada la transexualidad, y descartada cualquier patología distinta al hecho transexual y también con un certificado del endocrino que pruebe que lleve al menos 6 meses de hormonación.
El cambio de sexo, por zonas
Anteriormente se había hablado que cada comunidad autónoma contara con un equipo de especialistas en el tema que se ocuparan del cambio de sexo, pero como esto resultaba muy caro para las instituciones públicas se acordó en que hubiera cuatro zonas demográficas naturales en todo el Estado, para que pudiéramos someternos al tratamiento bajo unos mismos criterios médicos y económicos. Es decir que si, por ejemplo, el transexual es de Ourense, no tenga por qué trasladarse a Barcelona, y sí lo pueda hacer a un centro de su zona asignada, que podría ser en A Coruña.
La educación sexual
Al hablar del tema de la transexualidad en la educación sexual de los colegios, se llegó a la conclusión de que estos temas desbordan el marco de una asignatura como educación sexual. En todo caso estaríamos hablando de una información sexual, es decir, que entre otras cosas se hablara del fenómeno de la transexualidad, y por tanto que esto sirva para un ejercicio de la sexualidad en la tolerancia, que el chico o la chica tenga un panorama más amplio sobre el sexo, que no solo comprenda la reproducción sexual y la prevención de enfermedades venéreas, sino que hable con naturalidad de la homosexualidad y el género transexual.
Discriminación positiva para los transexuales
Al socaire de la identidad sexual en los documentos de los ciudadanos que define a las personas solo como varones y mujeres en el DNI (porque la discriminación social necesita de las siglas V/M para poder trabajar) también se tocó que hayas cuotas de puestos disponibles para estas personas en la administración pública, sobre todo para los transexuales femeninos, siempre y cuando estas personas cumplan con requisitos fundamentales exigidos. Más que nada como un ejercicio de tolerancia desde las instituciones públicas.
Derechos laborales
Se pidió que se incluyera, en la negociaciones colectivas, el derecho a que cada persona transexual pueda dedicarle al menos una hora a la semana para colaborar en instituciones de este colectivo, al igual que sucede, por ejemplo, con los invidentes u otras personas afectadas por distintas minusvalías.
Derechos humanos
Esto significa que, entre otras cuestiones, se pueda dar asilo a todos aquellos transexuales que en sus países de origen sufran persecuciones.
En este apartado también se debatió sobre el tema del menor, es decir que el transexual que aun esté bajo la tutela de sus padres tenga derecho a decidir sobre cuándo quiere iniciar su proceso de reasignación de sexo. Es decir que el chaval o la chavala decidan cuándo detener el desarrollo natural de ese cuerpo equívoco, y que así no sea demasiado tarde para iniciar un cambio de sexo con todas las garantías. Evidentemente en este tema no nos pusimos de acuerdo ni los de la mesa ni los que representábamos a los colectivos transexuales porque insistimos, transexual se nace, no se hace, esto solo un transexual lo sabe a ciencia cierta.
Evitar la marginación
Se sugirió que los trabajadores sociales estuvieran formados e informados para tratar con chicos y chicas con este problema, por ejemplo, en adolescentes que se han fugado del hogar familiar... de tal manera que puedan acudir a estos centros antes de llegar a la marginación social (prostitución, drogas, etc.), y entonces estos funcionarios puedan desviarlo a un centro u otro.
ANTONIO BECERRA: UN INVESTIGADOR PIONERO SOBRE EL HECHO TRANSEXUAL
Antonio Becerra Fernández, responsable del Servicio de Endocrinología del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, es un endocrinólogo especializado en la condición transexual. Ha publicado varios libros sobre el particular, dictado conferencias, escrito numerosísimos artículos y creado escuela entre los endocrinólogos que se ocupan de esta problemática en nuestro país.
Hemos rescatado algunas declaraciones que hizo el 19 de noviembre de 2003 a un periodista, con motivo de uno de los numerosos congresos que él presidía.
«Empecé a interesarme por este tema hace unos diez años, a raíz del problema que me surgió en un caso en concreto y que no tuve más remedio que atender. He coordinado en la Sociedad Española de Endocrinología un grupo de trabajo para desarrollar este tema entre los endocrinólogos, para darlo a conocer, puesto que no había ningún libro de texto al que pudiéramos recurrir; es decir, no existía ningún dato médico que sirviera de guía, y ese fue nuestro objetivo. Este grupo se creó hace varios años y a partir de ahí elaboramos unas guías clínicas que se presentaron precisamente este año 2003, en el Colegio de Médicos, por lo menos para que los médicos endocrinólogos tuviéramos algo en lo que apoyarnos, porque los libros de texto de medicina no recogen el tema de la transexualidad. Yo soy médico endocrinólogo interesado en el tema, nada más, y con una experiencia relativamente grande si se puede decir así, porque sé que no hay nadie que pueda tener, por lo menos desde el punto de vista de los endocrinólogos, nadie puede tener mas experiencia, porque yo lo conozco, estamos al día en este tema.»
Más adelante afirmó al periodista las siguientes ideas matrices que guía su dedicación al endocrinología del transexual: «Lo que más me interesa [...] es que la persona transexual sea atendida como cualquier otro problema de salud pública.» Pero el tratamiento con hormonas no se puede improvisar, y por ello «un transexual masculino debe cuidar su hígado como si fuera lo más preciado».
Desde este foro agradecemos su animosidad y optimismo, pero debemos seguir denunciando que si no fuera por gente como él, que abren brechas para mitigar en lo posible esa «pequeña gran injusticia» que cometió la naturaleza con esas personas, los legisladores y burócratas de la Seguridad Social mirarían para otro lado, como hacen con lo que no entienden o les resulta demasiado complicado o incómodo, por plantear los derechos inalienables e inherentes de las personas.
(Para más información sobre la entrevista a este especialista, consultad la página web de El hombre transexual, http://www.elhombretransexual.org/antoniobecerra.htm.)
TRANSEXUALES EN LA CULTURA
Si observamos un poco, en las últimas décadas la transexualidad ha sido tomada como tema de referencia en cualquier manifestación cultural, desde el cine (Victor o Victoria, Yentl...) hasta la literatura, el teatro, o los medios de comunicación. A continuación presentamos una breve muestra de lo que da de sí este tema, pero sin duda nos quedamos cortos, cortísimos. (Para más información, id a la página web del colectivo http://www.elhombretransexual.org/.)
Cine
Un hombre llamado Eva (1985) Alemania
Director: Radu Gabrea
Boys don't cry (1999) EE UU
Director: Kimberly Peirce
Reparto: Hilary Swank, Chloë Sevigny, Peter Sarsgaard, Brendan Sexton III, Alison Folland, Alicia Goranson, Matt McGrath, Rob Campbell y Jeannetta Arnette.
La monja alférez (1944) México
Director: Emilio Gómez Muriel
Mi querida señorita (1972) España
Director: Jaime de Armiñán
Reparto: José Luis López-Vázquez, Julieta Serrano, Antonio Ferrandis.
Víctor o Victoria (1982) EE UU
Director: Blake Edwards
Reparto: Julie Andrews, James Garner, Robert Preston.
Yentl (1983) EEUU
Director: Barbra Streissand
Reparto: Barbra Streissand, Amy Irving.
La monja Alférez (1986) España
Director: Javier Aguirre
Una rubia muy dudosa (1991) EE UU
Director: Blake Edwards
Reparto: Ellen Barkin, Jimmy Smits.
Título original: Switch
Documentales y reportajes
El camino de Moisés (2002) España
Emitido en Documentos TV de TVE
Directora: Cecilia Barriga
Guión: Martha Zein
Cinco transexuales masculinos españoles reflexionan sobre sus vidas y cuestionan los límites y la obligatoriedad de operarse de genitales.
Lolo y Maribel (1993) TVE España
Emitido en «En Primera»
Guión: Maite Sánchez-Crespo
Realización: Miguel Ángel Viñas
Retrato de dos transexuales españoles -Lolo y Maribel- tras ser operados de reconstrucción genital. Ambos comentan sus vidas.
You don't know Dick (1996) EE UU
Entrevistas a diversos transexuales masculinos y también a familiares y amigos. Testimonios personales.
Dirección: Bestor Cram y Candace Schermerhorn.
(Emitido por Canal + en 2001)
Southern Comfort (2000) EE UU
Director: Kate Davis
Intérpretes: Robert Eads, Lola Cola.
Robert Eads es un hombre transexual que sufre un cáncer de ovarios y que se enfrenta a una muerte segura, después de que 20 médicos hayan rehusado tratarlo a causa de su opción sexual. Lejos del bullicio de la gran ciudad, Robert intenta ganarse la vida como puede para alimentar a su familia. Más bien a sus dos familias: su familia biológica (sus dos padres, dos hijos naturales y un nieto de tres años) y su familia «escogida»: dos hijos transexuales, Maxwell y Cass. Robert se está enamorando de Lola Cola, una exuberante mujer transexual, aunque intenta evitarlo frente a su inminente muerte, irónicamente, cuanto más se resiste más florece su historia de amor.
Literatura
Me satisface: La doble vida de Billy Tipton
Por Diane Wood Middlebrook
Cuenta la vida del músico de jazz y del hombre pionero de los transexuales de Estados Unidos, Billy Tipton.
Querido señor o señora
La autobiografía de un hombre transexual
Por Mark Rees (Marcha De 1996)
El fundador del cambio y vicepresidente Mark Rees era la primera persona transexual en tener su caso en contra del gobierno británico oído por la corte europea de derechos humanos en Estrasburgo. Aunque el caso de la marca era fracasado, como las otras que lo siguieron, este pionero de los derechos de los transexuales ha hecho mucho para avanzar la conciencia pública de la gente transexual, y de los hombres transexuales en concreto.
Trans Gender liberation
Una versión marxista del cuándo y cómo de la opresión a los transexuales. Se cuestiona el porqué de tanta violencia hacia el transgénero y las personas transexuales por parte de los que deciden las normas de expresión de género y por qué algunas personas fueron castigadas por su identidad y su forma de expresión.
Transexualidad: La búsqueda de una identidad
Esta obra, escrita por más de 30 autores y dirigida por el doctor Becerra, probablemente sea la más completa y actualizada publicada en español. Entre los autores se encuentran: psiquiatras, endocrinólogos, cirujanos plásticos, psicólogos, sexólogos, fisiólogos, ginecólogos, etc., que aportan todas sus experiencias e investigaciones en este tema multidisciplinar que es la transexualidad.
CONTACTOS ÚTILES
Algunas páginas web de interés sobre el hecho transexual masculino:
http://www.geocities.com/mahftm/, http://www.elhombretransexual.org/, http://www.ftm.int.org/
domingo, 6 de marzo de 2011
jueves, 3 de marzo de 2011
lunes, 28 de febrero de 2011
sábado, 26 de febrero de 2011
Erotismo gastronómico: La voluptuosidad del molusco
Hoy me desperté pensando en ti. Y creo que debo haberte soñado, además, porque mi erección mañanera no era erección de "piyera", sino uno de aquellos monumentos a la inmortalidad sexual que en un hombre maduro, como yo, y ya con problemas de próstata, se da solo si la motivación es mágica.
Y creo que se porqué estuviste tan presente tanto en el duermevela como en el abrir de ojos a una radiante aurora de este invierno barcelonés de mediados de enero.
Ayer, domingo, en la revista dominical, venía un artículo bochornoso, de esos que están escritos por jovencitos ( y no tanto) que se creen que lo saben todo de la vida y no tienen ni "pijotera" idea: El sexo después de los 60 se titulaba.
Me llaman el Nono por razones obvias. Y como tu misma has podido comprobar, mis años no han sido, ni son, un "handicap" a la hora de hacerte feliz. Siempre he utilizado mis genitales y el resto de mi cuerpo con la infinita precaución de que todas sus piezas funcionaran al cien por cien; y desde que descubrí, - a muy temprana edad- para que servían y como funcionaban, las he cuidado, pulido, entrenado y compartido, como un deportista a veces, y las más, como un sacerdote experto en la liturgia del amor, que es "divino", sin lugar a dudas.
¿Porqué la gente piensa que los años te quitan ganas, experiencia, necesidades, fogosidad?
Todo lo contrario, amor mío, tú, con tus casi 50, te haces cada día más sabia, mas independiente, más adicta. Como yo, como cualquiera.
Y al recordar nuestro último encuentro en la playa, este verano, sucumbí, supongo, no me acuerdo, a ese sueño profundo que seguramente no necesito recordar para saber que fue maravilloso. Puedo sacar las sábanas al balcón para atestiguarlo, sus manchas serán la prueba de que un "viejo" aún puede ser virgen con una diosa altanera y apasionada como tú.
Después de nuestra cuarta botella de verdejo de Rueda, a mi me entró hambre y a ti ganas de fumar...
Yo pedía para ti cigarros a los turistas en la Barceloneta, y mientras tanto, con la siguiente botella, me acercaba al chiringuito a por unas anchoitas de la Escala con pan y tomate, unas almejitas a la marinera, unas "canyaillas" (o como se llamen esos hermosos caracoles de mar), hasta,- como no- unos gambones argentinos bañados en cogñac con picadillo de perejil y piñones...¡ qué fiesta!
No sé como aparecimos después desnudos en el mar. Nunca aprendí a nadar, pero ese día me sentía como pez en el agua, y cuando te acercaste a mi espalda dispuesta a todo...(¿pretendías sodomizarme? ¿Porqué no lo hiciste?) ...mi cuerpo se enervó y creció cual Neptuno enamorado.
Nos quedamos dormidos, abrazados, solos. Te besé y la arena me raspaba la lengua, te recorrí con la boca y me metí en tu vagina con la voluptuosidad de un molusco (¿?), y lloraste, y gemiste, y llegó la mañana como si nos hubieran sacado una foto con flash a diez centímetros de la cara.
Te fuiste y me vestí a medias, arrastrándome hasta mi casa y llamándote por el móvil para saber donde había quedado mi traje de baño Hugo Boss, regalo de mi esposa que no podía perder.
No sabías.
Lo tenía puesto.
El silencio y yo nos reímos a carcajadas!
Leland De Lelly. "El Nono"
miércoles, 23 de febrero de 2011
Rawmix Mad se retrata
Luego de publicarme algunos de mis cuadros, mis amigos de Fatale me piden que me retrate. Que intente, si me apetece, explicar lo que quiera de ellos sin la guía de una entrevista tradicional de pregunta- respuesta, algo así como centrarme en la tela en blanco e intentar apuntar las cosas que en ese momento se me cruzaron por la cabeza, sin filtros y todo lo caótico que quiera. Al principio pensé que no sería capaz de decir nada, que caería en el razonamiento clásico de “solo puedo hablar con los cuadros” pero no, resulta que me deje llevar y me sorprendí de todo lo que uno tiene en cuenta antes de sumergirse en una creación.
En esta serie ( esto incluye lo publicado días atrás) partí de una única premisa: comenzar cada cuadro sin ningún planteamiento previo: ni bocetos, ni temáticas, ni colores, que la creación fluyera de un modo absolutamente espontáneo, tanto en fondos, donde trabaje como si estuviera haciendo abstractos, como en las figuras. Lo mas interesante de este método fue que cada elemento que se añadía cambiaba la composición, y la obra entera tomaba un giro inesperado a tiempo real.
Trabajar con óleo fue indispensable por la simultaneidad entre creación y ejecución, es el único material que permite dilatar en el tiempo cualquier decisión, y de repente seguir un camino muy distinto al que venias transitando.
Que las protagonistas sean invariablemente mujeres, mas que una decisión es una imposición, es el lugar desde donde a mi me toca experimentar el mundo y a la vez un modo de reconocerme en mis personajes.
Me parece interesante desdibujar un poco la línea que separa estos dos arquetipos de mujer que llevan tanto tiempo en el aire, y que muestran, o bien a una mujer con una inocencia virginal, o a la femme fatale despojada de cualquier virtud ética.
Me gusta trabajar a mis personajes desde la dualidad, sobre todo de sus intenciones que están un tanto veladas al espectador .La mirada de ellas, la de los personajes retratados, es una observación pasivo/activa, una invitación a un mundo donde los limites entre el placer y el dolor son difusos y pueden ser alcanzados bien de forma natural, o a través de alguna substancia que actúe como filtro de la conciencia.
Con IKEA, por su titulo y a caso por su confesión, me gustaría hacer un apartado. Fundamentalmente porque es un homenaje a un amigo que ya no esta entre nosotros, y porque surgió a partir de una experiencia particular
Todo comenzó una tarde de trabajo como cualquiera (cualquiera en un chiringuito gay de la playa, claro) Era domingo del inicio de verano, y los domingos organizábamos unas fiestas que, como poco, podrían describirse como masivas. A ser nosotros los anfitriones, tocaba maquillarnos, emplumarnos y montarnos en nuestros respectivos taconazos. Este proceso iba siempre acompañado de alicientes varios que nos ayudasen a cargar estoicamente con el peso de nuestra inducida belleza. A medida que las horas se iban sucediendo estos alicientes también se sucedían de un modo cada vez menos privado. Las 2 de la mañana, hora del cierre obligado del chiringuito, no llegaban nunca, y no es que no nos lo estuviésemos pasando de puta madre, pero ya teníamos ganas de soltar las cocteleras y saltar a las pistas; Por fin, después de muchos (pero muchos muchos) mojitos, caipirinhas y daiquiris llego la hora de dejar de ser trabajadores de una fiesta para ser enfiestados.
A la larguísima noche de fiesta, le siguió una mas larga mañana de after. A ese domingo, que se negaba a la arbitrariedad de sus 24 hs, se le comenzaba a filtrar las obligaciones del “fucking” lunes. Resistimos todo lo que pudimos, pero la responsabilidad era ineludible: había que ir a hacer las compras del chiringo para esa noche y para toda la semana, entre las cuales se incluían menaje y artículos varios caídos en combate la noche anterior. Fue entonces cuando decidimos trasladar nuestro after a IKEA. Sabia decisión, por otra parte, pues no te cobran entrada, no hay seguratas, ni cola en el baño, y los que te atienden son de lo mas serviciales ¿Qué titulo le iba a poner a mi cuadro?
"IKEA"
"CrucifiXXX"
"Estreyada"
"Friends"
"Japyberdei"
"San Valentín"
"Prettyinpink"
"Veil"
"Silencio"
Planos detalles
Mi intención aquí, es acercarles los cuadros lo máximo que pueda, mediante algunos planos en los que se puede apreciar mas al detalle aspecto que considero relevantes.
CrucifiXXX
IKEA
Estreyada
San Valentin
Japyberdei
Nurse U
Delicieux
Forever
Friends
Santa
Oneyeopen
lunes, 21 de febrero de 2011
Escultura Netsuke. Por Olga Diego
Los Netsuke son esculturas en miniatura que aparecen en Japón en el período Edo o período Tokugawa (1603-1867).
En sus orígenes estas piezas tenían un uso puramente práctico y funcional ya que eran usadas a modo de pasador o botón que sujetaba las bolsas donde se llevaban los objetos que se necesitaban a diario. Al ser las ropas tradicionales los kosodes y kimonos y carecer estos de bolsillos, buscaron la forma de que las bolsas donde portaban sus objetos quedaran colgadas del Obi o cinturón mediante la sujeción con netsukes.
Los materiales que en principio usaron para elaborar los netsukes eran pequeños trozos de madera o bambú que con el transcurso del tiempo evolucionan y se van perfeccionando adquiriendo formas más complejas. Los motivos representados fueron personajes míticos chinos, figuras legendarias de la historia de Japón, animales, plantas, frutas, máscaras, deidades, diferentes tipos de monstruos y ¡cómo no! representaciones explicitas sexuales.
En la historia de los Netsukes se diferencian tres períodos:
El primer período de una clara influencia china donde se representan la historia y leyendas de este país. Las tallas no se firmaban y es al final de este período a principios del siglo 19 cuando escultores relevantes de la zona de Kyoto comienzan a firmar sus obras. Masanao, Tomatada y Okatomo son artistas reconocidos de este período.
En el período medio que abarca prácticamente todo el siglo 19, los talladores de los Netsukes perfeccionan su arte en talleres donde maestros talladores imparten formación. Los diseños comienzan a ser más sofisticados y su ejecución más cuidada. Los materiales se amplían y comienza a usarse fundamentalmente el marfil de elefante, morsa, cachalote e hipopótamo; también se incorpora el cuerno de búfalo y ciervo y el coral.
En este período los Netsukes empiezan a ser considerados piezas valiosas y personas influyentes del Japón empiezan a coleccionarlos. Algunos escultores de este período fueron Mitsuhiro, Masakazu, Kokusai y Kaigyokusai.
En el tercer período o período tardío, finales del siglo 19 principios del 20, Japón se abre a occidente después de siglos de aislamiento. Los comerciantes en Europa ponen sus intereses en las diferentes artes de Japón y artistas europeos comienzan a admirarlas. Los grabados y xilografías serán una gran influencia para el movimiento pictórico impresionista.
Con la influencia de occidente en Japón y el comienzo de la era Meiji, se comenzó a cambiar la forma tradicional de vestir. Los kosodes y kimonos se fueron dejaron de usar sustituyéndolos por ropas occidentales poco a poco; esto hizo que los Netsukes perdieran su utilidad de origen y se convirtieran estrictamente en una forma de arte.
Dos escultores destacados de este período fueron Tokoku y Sosui.
¡Bienvenidos al Japón del período Edo!
sábado, 19 de febrero de 2011
miércoles, 16 de febrero de 2011
El Circo
Mis relaciones con los circos siempre fueron distantes y efímeras, nunca creí en los trucos de los magos y los payasos me daban tristeza. Mis viejos intentaron acercarme a él no se porqué extraño mandato de la diversión infantil, luego desistieron.
Extrañamente mi hija, sin haber recibido estímulo alguno, ama los circos, se deleita y queda con la boca abierta cada vez que ingresa a una carpa; a veces me imagino que esa sería la expresión de un bebé si pudiera retornar al útero que lo contenía.
Por eso recién volví al circo de grande, ya con mis manías y obsesiones totalmente desarrolladas. Cuando me preguntan que es un adulto respondo eso: Un niño que alcanzó a desarrollar todas sus fobias y obsesiones.
La alegría de mi hija cuando plantaron la carpa en el descampado de la vuelta de mi casa fue increíble, y no paró de rogarme que la llevara durante los tres segundos que tardé en decirle que si. El descampado era un ex arsenal de guerra con aspiraciones de parque, que nunca participo en una guerra y nunca llegó a ser parque, un espacio frustrado y representativo del ser nacional.
La función a la que fuimos no podría haber salido mejor, toda la adrenalina que uno siente y el temor ante la posibilidad de que algún truco o cabriola no salga bien, fueron en vano. El show fue aceitado.
Cuando nos íbamos, todos los participantes del espectáculo esperaban a la entrada de la carpa y saludaban a los chicos y también a los adultos. Cuando nos saludó la contorsionista pude leer una mistura de tristeza y soledad en su cara, aderezada con el profesionalismo que la hacía sonreir continuamente.
Esa misma noche, alrededor de las doce o doce y media fui a dar una vuelta por el descampado, prefiero llamarlo así, porque si lo nombro parque viene a la mente gente paseando, y por ese lugar no andan más que linyeras y borrachos de noche. Por eso también me generaban curiosidad los trailers y los circenses.
Me acerqué a un fuego donde estaba parte del elenco charlando en portugués, los saludé y me respondieron, no sé que más esperaba, aparte de la respuesta, pero seguí caminando. A unos metros estaba sobre una piedra, sentada normalmente, la contorsionista, que a partir de esta etapa del relato no tendrá más que ese nombre: Contorsionista.
Tenía una camisola lila, con una tonalidad semejante a la de las hojas que presagian al corazón de alcaucil, y ese, aunque más hermoso, era el formato de su cráneo, con pómulos orientales y boca latina, de cuerpo casi esmirriado, que veía con los ojos y con los pezones, que apenas asomaban de una camisola color lila con una tonalidad semejante a la de las hojas que presagian al corazón de alcaucil.
Sin mediar palabra me senté en la misma piedra, lisa como sus expresiones, una piedra esponjosa. Cambiamos dos o tres palabras y fui devorado por su boca, me chupaba todo el borde posterior del labio, mientras su lengua recorría todo el perímetro de mi boca, me llenaba de saliva y sentía como se iba enroscando alrededor mío, sentía levemente su peso y como me iba desabrochando el pantalón.
No se en que momento, digo no sé porque estaba tán hipnotizado con su sabor, que mi lengua se convirtió en espeleóloga de oquedades, pude recorrer cada milímetro cuadrado de sus encías. Verificar cada vericueto de sus dientes y hendiduras, podía reproducir su radiografía dental pero en cinco dimensiones: Su ancho, con quijadas como las de Sofía Loren; Su largo, tan pronunciado como la pista descendente y plateada de las alfombra mágica; Su alto, una catedral; Su espacio, contenedor de aliento de almizcle y habas , y ríos de dulce pátina; Y su tiempo, ese beso atemporal en que se detiene la vida y queda zumbando un sístole impreciso.
Por eso digo no sé, no sé en que momento metió su mano en mi pantalón y me apretó la base del pene, haciendo que sienta calor en cada riacho del delta de mi pija. Comenzó a levantar las piernas, como si fueran izadas por un dispositivo mudo e hidráulico, se tomó con una mano de mi cuello y con la otra mano, me llevaba hacía ella empujándome del culo, con un dedo jugueteando en la mirilla, hasta meterse en la concha mi pija.
Estaba empapada, sentía el calor en cada poro de mi pene. Se movió durante unos segundos encima mío hasta que comenzó a rotar, mientras me cogía, con las dos piernas entrelazadas a su cuello; con ellas apretaba su boca contra la mía, y me pasaba los pequeños pezones hirviendo por el pecho. Se mantenía en equilibrio y giraba sobre mi pija como si ésta fuera un eje sobre el que baila un calesita.
Cuando acabé, escuché sus propios estallidos y sus jugos que se derramaban contra mi vello púbico. Nunca había estado con una mujer que se mojara tanto, o mejor dicho fornicado, ya que si estuve con mujeres así o no, solo ellas y los suyos lo sabrán. Pero fornicado con un manantial tal: jamás en mi vida. Nos despedimos con la contorsionista con un beso, una caricia y muy pocas palabras. Me volví a mi casa lentamente, con las manos en los bolsillos, silbando bajito, y con los pendejos empapados.
Ruso
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